Garzón
Desde el pintoresco Pueblo Garzón, revitalizado por iniciativas artísticas y gastronómicas, hasta la imponente Laguna Garzón y sus sierras autóctonas, este destino cautiva con su autenticidad y biodiversidad.
La zona:
En invierno, Garzón es tranquilo, con un clima fresco que resalta la paz del entorno rural, ideal para quienes buscan una escapada relajada en un ambiente sereno, con visitas a bodegas y restaurantes de la zona.
En verano, el pueblo cobra vida con un flujo de visitantes que disfrutan de sus paisajes, viñedos y experiencias gastronómicas al aire libre, especialmente en el reconocido restaurante de Francis Mallmann.
Atractivos de interés:
Sierras de Garzón:
A pocos minutos del pueblo, se pueden admirar las auténticas sierras de la región, un paisaje que preserva la flora y fauna nativa en contraste con la costa uruguaya, cubierta por árboles foráneos. Estas sierras, origen de arroyos y cascadas, ofrecen un entorno natural único rodeado de montes cerrados de Coronillas, donde habitan especies como el jabalí, carpincho, ñandú, mulita y tatú.
Ideal para los amantes del ecoturismo, la zona también es hogar de diversas aves como el churrinche, la viudita y el picapalos. Árboles autóctonos como la aruera, el espinillo y la blanquilla, junto a los cardos en flor durante el verano, completan este atractivo paisaje natural. Un destino perfecto para quienes buscan conectarse con la naturaleza en su estado más puro.
Bodega Garzón:
Es un punto clave ya que alimenta el motor turístico de la zona. Destaca especialmente por su enfoque en vinos premium y su compromiso con la sustentabilidad, es considerada una de las mejores bodegas del mundo, y ha ayudado a posicionar a Uruguay en el mapa global de la viticultura. Sus vinos, especialmente el Tannat, han ganado prestigio internacional. Además, Bodega Garzón ofrece experiencias enoturísticas, como catas de vino y recorridos por sus viñedos, junto a un restaurante gourmet con vistas espectaculares.